Querer es Poder

Llegó el momento. Porque todo finalmente llega. Porque lo imposible solo tarda un poco más. Porque los sueños se sueñan despierto. Porque para eso son las utopías, para caminar. Y llegar a donde querés.

Cuando la cancha chica aún extraña tus chiches, tus globos, tus alegrías y tus broncas. Cuando la red del arco espera que una vez más acaricies la pelota con tu sutileza o la infles con tu potencia. Cuando resuena -y para siempre- el "Gómez, Gómez" que baja desde la primera y segunda bandeja. Cuando te hiciste cargo de esas tribunas para alentar a tus compañeros al ritmo del bombo. Cuando apenas dejaste tus pinceladas dentro del rectángulo para darlas sobre las paredes de ese gimnasio que te vio nacer. Cuando se extraña en el vestuario tu compañerismo, pero sigue presente en cada oportunidad que tenés de demostrarlo.

Cuando todo transcurre como un soplo de viento frío de invierno, el calor empieza a invadirnos. Y nos abraza. A todos. Y nos envuelve tu sacrificio, tu paciencia, tus interminables días de entrenamientos, tus madrugadores sueños. Y nos cubre tu humildad, donde radica todo. Porque un árbol deja de crecer cuando corta sus raíces. Y vos... vos las regás permanentemente para que sean más fuertes y te permitan llegar más alto. Querer es poder, dijiste, y nos conquistaste. Con los pies en el suelo y el corazón en el cielo.

Y llegó el momento. Tu momento. El que esperaste toda tu vida. Y el que por ahora no caés. El que veías muy lejos. Y lo cumpliste. Y es algo único. Como tu humildad. Como tu sencillez. Como tu compromiso. Como tu locura. Como tu talento. Como vos.

Que sea el comienzo de algo eterno y que llegues hasta donde vos quieras llegar.

Sos orgullo. Sos ejemplo. Sos Malcolm. Por siempre y para siempre. Y ya nada nos puede separar...

¡Éxitos, Nico!

Jugamos con vos.