De la mano de un inspiradísimo Gastón Ureta, capitán, motivador, ideólogo y hacedor de esta epopeya, culminó así la primera etapa de pintura para el gimnasio del club.
Esta nueva apariencia renace gracias al amor de grandes y chicos que, cada uno desde su lugar -aportando dinero y/o trabajo-, hicieron posible esta realidad.
A todo aquel que quiera seguir colaborando, le solicitamos se comunique con Gastón o Silvia.
El club por sobre los nombres. ¡Gracias por todo!
#MalcolmSomosTodos
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